Comunidad y Ayuntamiento rechazan quedarse el Albéniz a precio de saldo
- El teatro se subastó y se lo adjudicó Kutxabank por cinco millones, la mitad de su valor asignado
- El actor Santiago Segura presentó una oferta pero la retiró en el último segundo
- Las administraciones tenían derecho de tanteo
- IU: “No deberían dejar escapar un lugar emblemático y menos a ese coste”
Bruno García Gallo Madrid 2 ABR 2014 - 21:43 CET
Ir a la noticia original
La Comunidad de Madrid (PP) y el Ayuntamiento de la capital (PP) han
rechazado quedarse con el teatro Albéniz a precio de saldo. Ambas
administraciones han renunciado a ejercer el derecho de tanteo para
adquirir el edificio por cinco millones de euros, el precio de remate de
la subasta judicial celebrada en enero. Esa cantidad es prácticamente
la mitad de su valor adjudicado y está muy por debajo del coste de
mercado de otras propiedades de similares características.
El teatro, que está en trámites de convertirse en bien de interés
cultural, languidece desde su cierre hace cinco años. Ahora que
Comunidad y Ayuntamiento han rechazado rescatarlo, el único postor en la subasta,
Kutxabank, se lo quedará definitivamente. Su intención es colocarlo de
nuevo en el mercado. Pero no lo tendrá fácil: nadie quiere el Albéniz.
“Con el nuevo teatro inaugurado anoche, Madrid cuenta con un local de
los más suntuosos, verdadero templo del espectáculo, que puede
rivalizar con los más modernos de Europa”. Así describía el diario Abc
—junto a una publicidad de Sederías Carretas y Galerías Preciados— la
apertura de la sala el sábado 31 de marzo de 1945. El edificio se alza
sobre un solar de 1.406 metros cuadrados en los números 11 y 13 de la
calle de la Paz, a pocos metros de la Puerta del Sol. Su lugar lo
ocupaba desde 1780 la Imprenta Real. En 1867, se convirtió en Casa de
Correo y Telégrafos. Tras el traslado de esta en 1918 al Palacio de
Comunicación, en la plaza de Cibeles, la empresa Poymar proyectó
convertir el edificio (derribado parcialmente) en un teatro con 1.750
butacas. Pero la magnitud del proyecto se llevó por delante a la
empresa, y el inmueble fue adquirido por Maximino Moro tras la Guerra
Civil. Moro construyó el teatro —que en 1954 convirtió en cine— y lo
bautizó Albéniz. Pero la empresa que había fundado en 1934, Moro SA,
sucumbió en 2011, tras perder 17,6 millones. Entró en concurso de
acreedores y el 5 de junio de 2012 se aprobó su plan de liquidación.
Para entonces, en teatro llevaba ya más de tres años cerrado. Sus
arcos de entrada fueron tapiados el 3 de enero de 2009, apenas dos
semanas después de su última función y cuando se iba a cumplir
precisamente un siglo de la muerte del compositor y pianista que le dio
nombre. Sus dueños habían tratado (en vano) de venderlo para salvar la
empresa por cerca de 10 millones de euros. Se conjeturó con que se
convirtiera en un centro comercial o en pisos de lujo. El Ayuntamiento,
gobernado entonces por Alberto Ruiz-Gallardón (PP) —sobrino nieto de
Albéniz—, impulsó un proyecto para mantener su uso teatral. Pero todo
quedó en nada.
Dentro del plan de liquidación, se programó la venta del inmueble al
mejor postor por un periodo de cuatro meses. Nadie lo quiso. En una
segunda fase, negociada durante dos meses, se intentó entregar en dación
de pago de la hipoteca que pesaba sobre él. Sin éxito. De forma que,
finalmente, se procedió a la subasta judicial. Según el decreto de 30 de
enero de 2014 del juzgado de lo mercantil número 8 de Madrid, se valoró
en 9.118.000 millones de euros. Hubo dos ofertas, pero una se retiró
sin abrir. Se lo quedó Kutxabank por cinco millones. Por ese remate de
saldo se ofreció entonces a Comunidad y Ayuntamiento, en virtud de su
derecho de tanteo. Pero no lo han querido.
La subasta del teatro Albéniz tuvo lugar el día 30 de enero.
Concurrieron dos licitadores: Neinor Ibérica Inversiones, de Kutxabank; y
You Show, SL, constituida el 7 de enero con el cineasta Santiago Segura
y el productor Luis Álvarez como administradores. El agente judicial
avisó antes de la subasta de que la Comunidad había incoado en febrero
de 2013 un expediente para declararlo Bien de Interés Cultural.
La Comunidad había rechazado previamente proteger el inmueble al considerar que carecía de valor arquitectónico. Pero la Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz interpuso un recurso para que se blindara por su riqueza cultural, y el Tribunal Superior de Justicia le dio la razón en 2011. El Gobierno regional acató la sentencia, pero los propietarios recurrieron al Tribunal Supremo,
que en diciembre de 2012 desestimó sus alegaciones al considerar que
“reúne indicios sólidos para poder ser calificado como de una
singularidad cultural y artística dentro de los teatros de la
Comunidad”. De confirmarse el blindaje (la sentencia obliga a tramitar
el expediente, no a aprobarlo), dificultaría sobremanera dar otro uso al
edificio; el resultado se conocerá antes de julio, según los plazos
judiciales.
Nada más iniciarse la subasta, You Show, SL, retiró su oferta. Así,
elteatro fue adjudicado, libre de cargas, a Kutxabank. El decreto que
informaba del remate fue publicado de forma incompleta por “un error
informático”, que el juzgado subsanó el 10 de febrero. Se comunicó
entonces a la Comunidad su derecho de tanteo, haciéndolo extensible
“subsidiariamente” al Ayuntamiento. Ambos tenían dos meses de plazo para
ejercerlo “para sí o en beneficio de otras instituciones públicas o
entidades privadas sin ánimo de lucro”. Ambos han renunciado a hacerlo,
según confirmaron a EL PAÍS.
El líder municipal de IU, Ángel Pérez, cree que “no deberían dejar
escapar un teatro que durante años fue emblemático en la ciudad y, menos
a un precio como el fijado”. “Está claro que la prioridad absoluta es
pagar deuda a los bancos aun a costa de no pagar ninguna de las muchas
que se tienen contraídas con los ciudadanos, ya sea en cultura,
servicios sociales, deportivos o de cualquier otro tipo”, añade.
La Comunidad rechaza quedarse el Albéniz porque, según fuentes
regionales, ya tiene, entre otros, los Teatros del Canal. Solo la fiesta
de inauguración de aquellas salas costó 1,2 millones. Era 2008, y el
Albeniz estaba a punto de morir.
No comments:
Post a Comment