Cuando las protecciones pierden su sentido
El Albéniz, pendiente de ser BIC, mientras al Palacio de la Música le restan toda garantía.
P.Costa
07/2/2014 - 09:41
El Teatro Albéniz, el Palacio de la Música, el de la Duquesa de
Sueca, el Frontón Beti Jai... son muchas las joyas históricas que
guarda la capital, algunas protegidas por la Comunidad de Madrid, otras
en proceso de serlo y muchas olvidadas. "Con los Bienes de Interés
Cultural -BIC- pasa lo mismo que con los hidalgos del siglo XVI, que
morían de hambre, pero no significaban nada", bromea Eva Aladro, una de
las impulsoras de la plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz, que su
propia madre, Teresa Vico, dirigió durante 20 años. Esta misma semana
conocíamos que dicho teatro se ha subastado y ha pasado a manos de
Kutxabank, después de que los propietarios, el grupo inmobiliario
Monteverde, entrase en 2010 en concurso de acreedores. Y mientras tanto,
se espera que entre mayo y julio se resuelva el expediente que lo
declare BIC.
"Lo importante es que quien compre ahora el teatro no podrá
demolerlo, por ejemplo. Ha habido varios intentos de productoras de
televisión, de agencias de publicidad, pero nada en firme. Las únicas
que podrían optar serían las grandes compañías de la Gran Vía, como
Smedia o Focus, aunque yo opino que debería volver a manos públicas",
añade Aladro.
Foto Chema Martínez |
Un museo de los años 40
Para Vicente Patón, presidente de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio,
"el Albéniz es un lugar muy importante en la memoria cultural, por los
actores que han estado allí, por ser sede del Festival de Otoño, porque
en él se instaló el primer Cinerama...". Y por albergar "pinturas de
Javier Clavo, los autómatas del escultor Ángel Ferrant, candilejas,
techos de luz... Sólo en la Gran Vía encontrábamos teatros de lujo de
los años 40 como éste, pero ya no quedan, se han reformado", afirma
Alberto Tellería, arquitecto miembro del mencionado colectivo. "El banco
debería buscar un propietario que sea empresario teatral, y éste
debería ponerlo en marcha como un teatro con posibilidad de cine",
concluye Patón.
Pendientes de la Dirección de Patrimonio
A diferencia del Albéniz, en el caso del Palacio de la Música "no se cuestiona su valor, tenía la máxima protección y estaba garantizado su uso cultural, aunque esa obligación se retiró", indica Tellería. Y ahora Botella parece dar vía libre a Mango para instalarse, combinando actividad comercial y artística. "El Ayuntamiento ha dado la autorización, pero falta que se pronuncie la Comunidad de Madrid", destaca Patón.
Pendientes de la Dirección de Patrimonio
A diferencia del Albéniz, en el caso del Palacio de la Música "no se cuestiona su valor, tenía la máxima protección y estaba garantizado su uso cultural, aunque esa obligación se retiró", indica Tellería. Y ahora Botella parece dar vía libre a Mango para instalarse, combinando actividad comercial y artística. "El Ayuntamiento ha dado la autorización, pero falta que se pronuncie la Comunidad de Madrid", destaca Patón.
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