8.7.06

¿DEMOLICIÓN O NO DEMOLICIÓN DEL TEATRO ALBÉNIZ?

Desde el principio de todo el debate en torno al Teatro Albéniz la Plataforma de Amigos del Albéniz, en la que además de los casi 6000 ciudadanos han colaborado todo tipo de organizaciones y asociaciones del mundo de la escena, se ha defendido la CONSERVACIÓN del teatro, desde el edificio hasta su modelo de programación, como un conjunto que no puede ir separado.

Igual que ocurre con el Museo del Prado = edificio + conjunto artístico de obras de arte.

Derribar es una cosa y conservar es otra completamente opuesta.

Plantear su demolición y su futuro con la gestión privada es desvirtuar la idea original con la que nació el movimiento de Ayuda al Teatro Albéniz, apoyado por esos 6000 ciudadanos ya y que han apoyado de manera maravillosa con sus cartas y en las manifstacionesde defensa del teatro desde aquí la gran mayoría de los profesionales de la escena.


Desde el Blog queremos que el teatro siga siendo de gestión pública ante todo porque así nació y así ha podido programar de esta manera que ha resultado única.


Un teatro público es diferente porque puede permitirse incluir en su calendario espectáculos que la empresa privada no puede arriesgar porque su cometido siempre será el beneficio económico.

La diferencia radica en el aspecto económico ante todo.


En el futuro, si no se impide, el teatro que ahora es el Albéniz se podrá transformar en un teatro, OTRO TEATRO, DISTINTO, inevitablemente diferente si se mantiene con fondos privados dejará de ser lo que es ahora, lo que defienden los ciudadanos.


El movimento de Ayuda al Teatro Albéniz, evidentemente es un movimiento con sentido público y los ciudadanos no defenderán una iniciativa privada, porque no les pertenece ni lo van a mantener.

Tampoco creo que esos 6000 ciudadanos quieran pagar con sus impuestos algo que después gestionarán empresas privadas, cosa que resulta ya muy habitual en muchas iniciativas de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid.


Los ciudadanos mediante sus firmas han transmitido que quieren su Albéniz tal y como lo han visto siempre. Porque entre todos, lo hemos pagado y mantenido con nuestros impuestos. Es un bien público.


Nuestra idea siempre ha sido sencilla y no sujeta a interpretaciones ni variaciones.

Es la idea clara de conservar y mantener lo que se tiene.

Recordemos que hasta que comenzamos a enviar correos desde este Blog y a informar sobre el peligro que corría, nadie, absolutamente se había preocupado por este problema, ni se había movilizado previamente, quizás porque nunca se informó de ello desde la Comunidad de Madrid.

La ciudadanía es la que ha manifestado su preocupación por el teatro y es al público al que se le debe mantenerlo como está.

Las propuestas, a mi entender, que no tengan en cuenta esta exigencia ciudadana de conservación pública de edificio y programación como un conjunto, serán otra cosa, pero no una salvación real del Teatro Albéniz.

Será la creación de otro espacio, de otra cosa, que no han apoyado originalmente los ciudadanos que fueron los que hicieron despertar la alarma sobre el teatro.

Desde nuestro punto de vista es realmente bueno que todos los profesionales se organicen para defender el teatro, siempre que sea de capital público y no se derribe.

Les agradecemos desde aquí su movilización y participamos de ella. Ellos defienden el teatro como un lugar de futuro trabajo y es fundamental su participación.


Contamos con ellos como siempre.


Por último, no olvidemos que en el movimiento que se genera con los derribos y construcciones, recalificaciones de suelos, es donde se encuentra el dinero que va directamente a las empresas privadas.

Por eso la insistencia constante de no mantener ni conservar, porque eso no genera dinero.


Ahora hay ante todo un hecho: ahora hay un teatro que funciona muy bien, que da trabajo y prestigio y al que acude el público constantemente y del que se habla porque es un sitio de referencia.


Lo demás son promesas en el aire de un futuro incierto.

Gracias amigos.

Berta Delgado. Amigos del Albéniz.

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