Berta, estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices. Ahora vivo en Segovia, pero hasta el 2005 he vivido en Madrid, por el centro, y he visto cómo se cuecen las mejoras (cómo era aquello: cueces o enriqueces...?). Aquí se enriquecen los mismos de siempre, los del ladrillo, y se empobrece la cultura. No tienen vergüenza. He visto esta clase de maniobras en muchos lugares de cultura: en el Teatro Cervantes de mi pueblo, en una villa renacentista, en los restos de una judería, en viejas fábricas textiles, alguna del siglo XVI. Ellos sólo quieren el beneficio de la especulación (en Madrid será la ESPE-culación...), y encima se hacen la foto al inaugurar sus tristes porquerías. Los ciudadanos deberíamos demostrar que esta clase de obras no sólo no fomentan el voto, sino que PENALIZAN. En fin, a ver si conseguimos que no desaparezca el Albéniz y ven las espadas en alto para la próxima vez que se les ocurra otra fechoría desvergonzada como esa. Un saludo desde Segovia. Pepe Muñoz.
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