Los más pesimistas piensan que no hay solución posible al derribo del teatro Albéniz. Sin embargo, recientemente se planteaba una posibilidad bien simple: adquirir el teatro con participación de la Administración Estatal (Ministerio de Cultura), Comunidad de Madrid y Ayuntamiento. Si cada una de estas entidades pone voluntad y fondos, el Albéniz podría quedar como Teatro de la Comunidad, con disponibilidad en su programación para eventos adscritos al Ministerio, y con disponibilidad también en ciertos casos, para el Ayuntamiento de Madrid. La capacidad de este teatro para poner en escena ciclos de programación intensos, y hacerlo con nivel inigualable, lo convierte en idóneo para esta función.
La cantidad a pagar sería sin duda grande, pero no exorbitante porque las tres Instituciones tienen poder para expropiar este teatro e indemnizar con un justiprecio a los propietarios. Los propietarios no van a perder en ningún caso, simplemente podrán irse con su centro comercial a otra parte, previo cobro de muchísimo dinero.
Creemos que esto es más beneficioso para ellos que intentar meter un guiñol en su bloque de pisos de lujo y de ocio comercial. Si Ayuntamiento o Comunidad declaran protección para el Albéniz, los nuevos propietarios van a tener difícil llevar a cabo su proyecto de pisos de lujo, ocio y consumo. Eso no casa con un gran teatro de 1000 butacas, foso y sótano. Los pisos no serían ya de lujo con el Albéniz debajo de ellos.
Solución bien fácil: La Comunidad en un gracioso gesto adquiere lo que es un local entrañable para los madrileños, a cambio de indemnizaciones o encargos inmobiliarios o de infraestructura. ¿No sería buena idea que esta empresa contribuyera a algunas de las nuevas obras que la Comunidad tiene en proyecto? Siempre se puede encontrar un modo de resarcirla.
Piénsese en los beneficios, políticos y económicos, que todos los intervinientes sacarían con este trato. Piénsese en los perjuicios que la demolición del teatro causaría a muchos de ellos. El asunto está muy caliente y va a seguir estándolo en la opinión pública, pueden jurarlo. hay algo grave en el caso.
Eva, Los Amigos del Albéniz
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