Al pie del cañón, trabajando en Sevilla, ha muerto ayer el escenógrafo y hombre de teatro Andrea D'Odorico, que marcó con su estilo personal y su energía al mundo teatral del último cuarto de siglo en España.
Andrea D'Odorico era muy amigo de Teresa Vico, directora del Albéniz. Fuerza desatada de la naturaleza teatral, este escenógrafo y arquitecto realizaba obras bellísimas para aupar las no siempre espectaculares producciones de su gran colaborador Miguel Narros. La dedicación de Andrea al teatro fue grandiosa.
Hombre impresionante, veneciano hasta la médula, cuando hablaba de teatro podía estar horas, mientras se comía su plato y el tuyo también. Sabía muchísimo de escena, y era un hombre del oficio, duro y a menudo colérico, pero tenía un corazón muy tierno y familiar, y esa doble sensibilidad le hacía especial.
Recuerdo verle en casa, encargándome que bajara a comprarle queso havarti, que le encantaba, discutiendo con mi madre cómo sacar adelante la función de Narros "Finbal de partida", de Beckett, que no conseguían que fuera bien de público.
Cuando el Albéniz entró en fase de peligro, nos echó una buena mano, y aunque luego dudaba sobre cómo actuar en la situación que se creó, fue siempre sincero y leal.
Un gran homenaje a este artista de lo efímero, que permanecerá para siempre en nuestra memoria.
Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz
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