28.5.07

Una noche en el Albéniz: de Santiago Fisas al director de la Royal Shakespeare Company






La luz

En la tarde del sábado 26 de mayo recibo una gratísima noticia relacionada con la salvación del teatro Albéniz: la Royal Shakespeare Company ha firmado, a nuestra solicitud, una nota de apoyo a la preservación del teatro, considerando su gran importancia cultural.

Los hechos:

El día 24 de mayo acudimos al Albéniz al estreno de Coriolanus. A Gloria Mandelik se le ocurrió pedirle al director de la compañía, Gregory Doran, una declaración de apoyo a nuestra causa. Nos acercamos a él al terminar la obra (una sobredosis de talento, como siempre) y nos dijo que sí. Quedamos en acercarle antecedentes al día siguiente, lo que así hicimos.

Hoy nos llama para decirnos que han colgado una declaración a favor de la preservación del teatro, con la firma de toda la compañía, en el tablón de anuncios del teatro. Un gran gesto de solidaridad por una noble causa cultural.

La sombra

Finalmente tuve la conversación con Santiago Fisas que tanto deseaba. Me lo presentó, a mi pedido, Jorge Bosso, pero no participó de la conversación.
Me confirmó que ya había visto la presentación que habíamos realizado pidiendo la declaración de bien de interés cultural y que le daría trámite. Cuando aludió, una vez más, a la sentencia que desprotegió el teatro (consentida por el desistimiento de la Comunidad de Madrid) como factor que impide la protección que ahora pedimos, le dije que eso no era así tal como muy bien lo había explicado la Catedrática Blanca Lozano Cutanda (en dictamen que en su momento le hicimos llegar). Manifestó, también, estar al tanto de esta opinión legal.

Me dijo que si se protegía al Albéniz había que proteger a otros teatros y que eso no era posible. A eso respondí diciendo que los otros teatros no están en la misma situación. En efecto, defendemos un espacio en el que se invirtió mucho dinero público durante más de 20 años transformando al Albéniz en un teatro emblemático de la ciudad de Madrid.

De sus palabras colijo que: (a) no está en su pensamiento considerar favorablemente las razones históricas y culturales que aconsejan su preservación y (b) nos enfrentaríamos al rechazo de nuestra pretensión (esgrime que cuenta con el apoyo de los servicios jurídicos de la Comunidad,.

¿Cuál es su error?

Su error, a mi modo de ver, es creer que el gobierno regional tiene amplia libertad de apreciación a la hora de decidir una cuestión como esta y que “lo político” puede predominar sobre “lo jurídico”.

Si este fuera el temperamento de la Comunidad de Madrid nos habremos de enfrentar a la necesidad de iniciar un proceso contencioso administrativo en el que, por supuesto, será menester solicitar medidas cautelares.

Es de esperar que no tengamos que llegar a ese extremo.

Tenemos unos cuantos meses por delante para seguir insistiendo en la necesidad de preservar al Albéniz, tal como está.

Beltrán Gambier

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