Esta mañana (3 de octubre de 2006) los integrantes de la Plataforma de Amigos del Albéniz, algunos simpatizantes de la causa del mundo de la escena y algunos periodistas, nos encontramos en la puerta del Albéniz para que Telemadrid cubriera el encuentro. José Antonio Díaz fue quien nos movilizó como antesala de la pregunta que le hará el jueves a Esperanza Aguirre sobre el cumplimiento de su promesa de comprar el Albéniz.
Inés Sabanés, siempre solidaria con la causa, se hizo presente.
Alguien se preguntaba si la confirmación del hecho de que el teatro se enfrenta a su demolición es o no una noticia. Y si es o no noticia anunciar un plan de lucha para salvar al Albéniz de la demolición. Esa misma persona consideraba que el anuncio formulado por la Plataforma de que resulta inminente la demolición era tergiversar la realidad.
Nos sorprendió la actitud. Máxime proviniendo estos cuestionamientos de quien provenían.
No podemos aceptar, bajo ningún concepto, que la demolición del teatro se de por hecha. No podemos aceptar que por que el propietario la haya anunciado sea tiempo de callar. No es tiempo de resignación. Los ciudadanos podemos pedir y exigir a los poderes públicos, pero también podemos intentar convencer a la Inmobiliaria Monteverde de que venda el teatro a quien quiera conservarlo: la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento.
Estamos en nuestro derecho.
Querer silenciar a todo un movimiento que desea conservar el Albéniz tal como está a partir de la falsa premisa del hecho consumado (la demolición), no es de recibo.
Esperamos persuadir a la Inmobiliaria Monteverde de que venda, o a los poderes públicos de que expropien.
Hablar del nuevo teatro es para nosotros improcedente.
Para eso tendríamos que disolver la Plataforma.
Beltrán Gambier
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