Es curioso esto que se lee en la Plataforma de Amigos del Albéniz: que hay quien dice que sus activistas perjudican al propio teatro y a los colectivos de la escena.
¿A quién se le puede ocurrir semejante cosa?
Un movimiento cívico que procura evitar la demolición de un teatro, que ha nucleado a más de 6000 personas, que ha sido dos veces premiado, que ha organizado un blog para recibir las opiniones de todos, que ha organizado manifestaciones con la masiva concurrencia de ciudadanos y de grandes personalidades de la escena y de la vida cultural, que ha entregado miles de firmas a la Asamblea de Madrid avalando la necesidad de preservar el teatro tal como está, que ha mantenido la atención sobre el tema en los medios, que se movilizado decenas de veces frente al teatro, que le ha entregado la pancarta a Chavela Vargas para que la levante delante del teatro lleno, que logrado que Misia bese el escenario del teatro ……………….perjudica ? hace daño ?
No puede ser. Y si es, estamos todos locos. Locos de atar.
Yo creo que quien hace correr esas versiones está al servicio de una resignación. Al servicio de la idea de la demolición.
La Plataforma no ha recibido ninguna comunicación en la que se diga:
“yo fui a la manifestación del 5 de junio de 2006 en defensa del teatro y ahora cambié de idea y defiendo solo la preservación del espacio teatral”.
Esto creo.
Beltrán Gambier