27.7.06

Sobre el Teatro Bolshoi de Moscú









El Teatro Bolshoi de Moscú lleva funcionando 225 años. Actualmente necesita reparaciones urgentes en su estructura, de madera. Se plantea un debate entre la seguridad del edificio y la magnífica acústica que tiene gracias a las maderas con las que está contruido.

Si un teatro como El Bolshoi que tiene verdaderos problemas estructurales se mantiene y se conserva tal y como está, es porque es uno de los símbolos de Rusia y nadie lo pone en duda (ni piensa que puede llear a sustituirse por una sala de 400 butacas), desde este blog nos preguntamos por qué el Teatro Albéniz tiene que ser derruído cuando se mantiene en perfectas condiciones y es un símbolo de la vida cultural de Madrid y un lugar de referencia profesional.


Los símbolos de las ciudades no deben destruirse.

En mi opinión, todo gira en torno a las ganancias que se originan con el movimiento: demoler y volver a contruir es una fuente de dinero, y mucha gente sale ganando con ello.





Estoy convencida de que cualquiera de las personas que apoya la demolición del Albéniz, iría encantada a ver una representación al Teatro Bolshoi y lo contaría a sus amistades como una de las actividades principales del viaje, como una experiencia realmente especial. Del mismo modo haría si visitara la Scala de Milán, la desaparecida Fenice de Venecia o el Teatro Odeón de París.



Si fuera ruso,francés o italiano, además, nunca querría demolerlo, porque en el resto de Europa y del mundo los ciudadanos (profesionales o no) protegen sus símbolos de identidad.

Pero aquí en España, siempre tenemos, a mi modo de verlo, una actitud soberbia, excesivamente crítica y poco humilde.


Cuando se ha conseguido algún logro, de cualquier tipo, solemos tener dos actitudes:




- Nos montamos en el mismo carro del ganador, hablamos de las virtudes del pueblo español, de nuestra greatividad, de nuestra pasión por hacer las cosas, ese algo especial que nos caracteriza... y entonces, todos en masa hemos vencido.

Después, exigimos ganar siempre, y si no se hace, es culpa de la persona o personas que "nos representaban" y son ellos los que pierden. Ellos solos.





- Otra actitud típica del español medio frente a los logros conseguidos es la de creer que nada nunca es suficientemente bueno, por eso creemos que podemos tirar abajo lo conseguido y volver a hacerlo igual o mejor.



Los logros conseguidos, como el Teatro Albéniz, son fruto del trabajo de años, de un modo especial de hacer las cosas. Las obras de arte no se rompen y vuelven a repetirse.

Ni Picasso, ni Renoir, ni Klimt, ni Schiele, destruirían sus cuadros para pintarlos otra vez creyendo que conseguirían tener idéntico resultado.


Si esto ocurre con el Albéniz es única y exclusivamente por intereses económicos de todas las partes implicadas.


Berta Delgado.



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SALVAVIDAS PARA EL TEATRO BOLSHOI






El Teatro Bolshoi necesita de reparaciones urgentes.


El gobierno ruso inyectará US$180 millones para la restauración del famoso Teatro Bolshoi, luego de una década de problemas económicos y de declive artístico.


En 2001, el Teatro Bolshoi celebró 225 años de actividad.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que el Teatro Bolshoi de Moscú es "un símbolo de la cultura rusa".

Los trabajos de restauración se iniciarán en 2003 y tomarán unos cuatro años y medio, dijo el director general del Bolshoi, Anatoli Iksanov.





El teatro es famoso por su compañia de ballet, pero ésta ha tenido que luchar en los últimos años por mantener su reputación internacional.



Las críticas

El director general del Bolshoi aseguró que las presentaciones regulares continuarán durante las reparaciones, pues el teatro sólo cerrará durante el verano.





El ballet Bolshoi, una de las glorias de la era soviética.

Con la caída del comunismo, el Bolshoi vio también caer los recursos gubernamentales destinados a sus actividades.


Y además de los problemas financieros, la dirección artística de la compañía ha sido criticada durante los últimos años.





El edificio -un símbolo ruso en el centro de Moscú- necesita reparaciones urgentes, pues el techo tiene goteras y sus cimientos han comenzado a ceder.

El Bolshoi celebró en 2001 sus 225 años de existencia, algo de lo que pocas compañías artísticas pueden hacer alarde.


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TEMAS > Artes y letras


( Nota del Miércoles 21 de junio de 2006 )

“Un desastre” es la zona del Teatro Bolshoi

MOSCÚ (“El Mundo”).— El Teatro Bolshoi, uno de los monumentos más destacados de Moscú, parece ahora un inmenso emplazamiento en obras. Casi un año después de su cierre por reformas está a punto del colapso y el área donde se encuentra, a dos minutos a pie de la Plaza Roja y del Kremlin, parece un pueblo fantasma. La espectacular fuente de mármol está apagada y el aire cargado de polvo es sofocante.



Dentro del Bolshoi, que significa grande, todo el espacio ha sido vaciado, pero lo más decepcionante es la desaparición de los famosos gatos asilvestrados del teatro: solían vivir bajo el escenario y el aroma era ya una broma privada entre cantantes y bailarines. Abriéndose camino a través de los escombros, Lyuba Bushueva, representante de Roscultura, la organización estatal al cargo de los trabajos de reforma, explica que la acústica sigue siendo la preocupación principal, además de la causa de que el teatro no pueda reconstruirse desde cero. La madera utilizada para el escenario, los asientos, los balcones y los marcos —de más de 150 años de antigüedad— tiene una “resonancia extraordinaria”. Y no se arriesgarán a perder esta excelente cualidad, a pesar de las dificultades y el peligro. “La totalidad de la restauración se reduce a una batalla entre seguridad y acústica”, sentencia Lyuba.

1 comment:

david said...

En Madrid parece muy difícil que un teatro o cualquier otro tipo de bien cultural sobreviva los próximos 4 ó 5 años, no digamos los 200 años del Bolshoi. Evidentemente, el Albéniz no es el Bolshoi, y ningún local llegará nunca a serlo si perece ante intereses bastardos, si desprecian su andadura cultural. Los ciudadanos de la Comunidad de Madrid no han estado 21 años pagando con sus impuestos y acudiendo, manteniendo y cuidando la labor cultural del Albéniz para ahora convertirla en escombros sin ningún escrúpulo, y las promesas dudosas de soluciones de compromiso y de componendas entre demoledores de edificios y administradores no son aceptables, ni siquiera fiables. El otro día fuí a ver al Ballet de Maurice Bejart en el Matadero de Legazpi. El lugar está sucio y descuidado- huele bastante mal según vas hacia la entrada- el acceso, por lo apartado del centro (y las innumerables obras) es complicado, y para ver el espectáculo estuve en una grada que han montado temporalmente, con el gasto que eso conlleva, en mitad del desalmado lugar(espero que el futuro Teatro del Canal no se le parezca) Visto aquello, es tan absolutamente absurdo que derriben el Albéniz, y encima intenten argumentar que habrá un teatrillo, que encima no será más que un pequeño salón de actos de colegio para disimular (disimular quizá que les sale espuma por la boca al pensar en ganancias ).