3.6.06
Una carta desde Praga
Praga, 3 de junio de 2006
Todo empieza, en efecto, por el espacio.
Hace un tiempo hablaba con una amiga de esto... De la necesidad espacial para albergar todas aquellas posibilidades que el personaje teatral necesita. Un "continente" que el tiempo de la narración dramática lo hace -mágicamente a los ojos del espectador- mutar.
Sería un pena volver a España y encontrar un espacio menos para la creación. Un Teatro Albéniz que aún alberga en sus paredes las voces de nuestros grandes actores, de esfuerzos conjuntos, de palabras de multitud de dramaturgos, de otros tantos personajes (... Hamlet, Antígona, Don Juan, Cirano, Shylock, Orestes, Creonte, Desdémona, Ubú Rey, Almaviva, Don Hilarión, Segismundo, Julio César …), de miles de espectadores conmovidos e iluminados por la universalidad de lo teatral. Miles de conciencias despertadas. Y una ciudad que siempre ha de agradecer eso: el tener un espacio lleno de vida.
Apartando el sentimentalismo teatral, nuestro país parece no darse cuenta del nivel creativo que tiene. En otros países (hablo de mi caso en República Checa) atienden con suma delicadeza las medidas de protección a los recintos teatrales. Saben lo que se les va en un teatro que se pierde... Un teatro es el "tejado" de los que trabajan por un "arte total", "un arte de aglutina todas las demás artes". Una institución cultural plástica y literaria. Un espacio preñado de posibilidades necesario para el ser humano.
No me gustaría que algún día acabase esto con un
Todo termina, en efecto, por la destrucción del espacio.
¡MUCHOS AÑOS DE VIDA ESCÉNICA AL TEATRO ALBÉNIZ!
Eufrasio Lucena-Muñoz - Estudiante de Escenografía en Divadelní fakulta Akademie múzických umění (DAMU) de Praga.
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