Soy una madrileña de cuarta generación. Me dirijo a Vds. porque me parece inaceptable que Madrid, que ya ha sufrido en siglos pasados tantos expolios artísticos y arquitectónicos, en nombre de supuestas mejoras urbanísticas y de infraestructura, como garajes y carreteras (¡con el pasado de nuestra ciudad debajo!), sufra una más, demoliendo un teatro de los años 40. Me refiero al Teatro Albéniz, situado en el centro mismo de Madrid.
Este teatro está en la memoria de muchos madrileños que aún recuerdan sus estatuas (conservadas ahora en su interior) moviéndose en su fachada y las sesiones del antiguo Cinerama. En los años 80 bajo la dirección de Teresa Vico y todo el equipo de trabajadores del teatro, el Albéniz ha sido une referencia cultural por su oferta teatral y un lugar de acogida de muchísimas compañías. A esta ciudad, las autoridades competentes le deben algo mejor algo que la demolición y sustitución de este teatro por unos pisos de lujo, un supermercado o unos almacenes de ropa.
Madrid no merece esto.
Los madrileños tampoco.
Los trabajadores del Albéniz tampoco. Porque, amén de mi queja como madrileña, llevo diez años trabajando, como acomodadora, en este teatro. En él muchas personas se han dejado los mejores años y nadie puede poner en duda ni nuestra capacidadad de trabajo ni nuestra competencia, siempre demostrada; sobretodo cuando, tras el fallecimiento de Teresa Vico y el vacío de dirección que sufrimos durante varios meses, los trabajadores logramos “que el espectáculo continuara”. Mi denuncia es por el valor del continente y el valor del contenido. Quiero que la Comunidad de Madrid nos asegure protección para el Albéniz y defensa de nuestros puestos de trabajo tal y como lo ha hecho hasta ahora, ya que, ante la nueva situación, como diría un castizo, “los vemos en el alero”
Fdo: Margarita Corzo Moreno
Profesión: Personal de Sala del teatro Albéniz.
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