Me sumo al colectivo teatral que se levanta en contra del cierre del Teatro
Albéniz. Cerrar este teatro sería un fracaso en la gestión cultural de la
ciudad. La gestión y la programación del teatro han conseguido a lo largo de
los años un público que cuenta con ese teatro para disfrutar de este arte
fundamental. El cierre de un teatro significa el rechazo a un lugar de
encuentro en la cultura, necesitamos valorar estos lugares. Hoy no se
construyen teatros, en los últimos cincuenta años se pueden contar con una
mano los nuevos teatros de Madrid, no me refiero a los off que son lugares
creados por nosotros, a pulso de brocha y martillo.
No me daría pena sino ira profunda.
Luís Maluenda
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