Enrique Simón por el Albéniz:

Polillitas… cojoneras.



Ahora recuerdo que un gobierno, representativo de la facción innecesaria de un partido necesario, está en el poder tras el rapto de dos “votantes” ladrones de escaños y vendedores de parcelas, algo así como el “Rapto de Atenea” en aquel Egeo, pero en este Manzanares tan “suyo” y nuestro. Teatro, puro teatro.



Que la Presidenta de ese gobierno tan “suyo”, que hoy se ha tenido que cambiar de barrio por temor a las pedradas –o el exceso de cascotes- y porque los yonkies se le acercaban demasiado… esto es, porque los de su seguridad las debían pasar putas,… pues que esta moña y pseñora antes fue, muy “educadamente”, Ministra de Cultura, Corte y Confección. Teatro, puro teatro.



Es muy bueno esto de la memoria, porque visto así me parece coherente que quien se ha preocupado tanto por “Las Tres Ces” anteriores, salve dos de ellas reciclando la tercera: La del Corte y la de la Confección, salvadas. Y ya veremos si será Inglés el Corte y su Cultura la nuestra reciclada o será un Corte “multiCultural”, que también está de moda lo “multi” y vende por aquello de la sensibilización por los pobres inmigrantes pobres y la caridad cristiana. Teatro, rabioso teatro.



Pues eso, que si el teatro ya está en la calle y con su propia cultura y “señora”, ¿para qué mantener un edificio caduco y demodé como Minerva y los Dioses Griegos existiendo el Dios Inglés y sus paradisíacas promesas?



Claro, como Vd tiene teatro… Pero nosotros nos quedamos sin lugar donde cultivar nuestras polillas, caray, que nos va la vida en ello aunque algunos prefirieran que se nos fuera criando malvas. No se apure, todo tiene solución: Dado que compartimos el teatro de calle y que nos gusta acercarnos a currar y contar nuestras “apolilladas” historias en los teatros vecinos, sobre todo cuando nos queman el nuestro. ¿Nos invita al suyo, vecina? Me refiero a “su” parlamento –porque el Albéniz es el nuestro-, donde Vd se siente actuando como Dios… o Felipe II? Dado que es “su” templo de la palabra... y últimamente El Teatro de todos los Teatros,... ¿nos hace un huequito en “su” escena?





Enrique Simón.